Pasaron todo el fin de semana con sus daddys, teniendo que comportarse, sin posibilidad de un pequeño beso. Los chicos son los mejores amigos pero lo que sus daddys no saben es que se han convertido en mucho más que eso! Por la noche, en el sótano de la casa, finalmente pueden hacer lo que más les gusta: besar, probar sus pollas, lamer sus culos y follar.