Solal es un ladrón. Esta noche le pilla Brian, el dueño de la casa en la que acaba de entrar. Pero Brian le ofrece un trato: una sesión de sexo caliente a cambio de una obra maestra de la pintura.
En el gimnasio, dos auxiliares de enfermería cotillean sobre sus colegas. Uno es heterosexual y el otro abiertamente gay. Empiezan a coquetear, el gay es muy directo y presiona a su colega hetero. Y sin darse cuenta, tras un minuto de forcejeo, el hetero cede ante su amigo gay.