Jessy Dog es hetero. Tiene una novia esperándole fuera. Desde que lo encerraron, echa mucho de menos el coño de Mallory. Después de su pelea con John en la cafetería, el otro día, fue enviado al ala de aislamiento. Sin embargo, no hay mucho que hacer allí, excepto masturbarse pensando en la última vez que se folló a su novia. Mientras el funcionario de prisiones hace su ronda, Jessy le grita: "Te gusta mi polla, ¿verdad, zorra? El funcionario capta la indirecta y entra en la celda de castigo para chuparle la polla al preso. Jessy tiene tantas ganas de sexo que le arrea con virilidad. Esta escoria parisina azota al funcionario hasta dejarlo colorado. Una vez que ambos se han corrido, el funcionario reanuda su ronda.