Un verano en un suburbio de París puede ser bastante aburrido. Nada como un crucero en una fábrica en desuso para animar las cosas. Sigue a Brice Farmer a la caza de un pedazo de culo. Se topa con el pequeño Leo, caliente y listo, ¡muriéndose por que se lo follen allí mismo sobre la grava!
Antes de dirigirse a la playa, Damien corre al gimnasio para conseguir una buena bomba y mostrar su cuerpo caliente. Tan pronto como llega, Leo tiene sus ojos puestos en él y en poco tiempo termina con los dos dedos de Damien y una lengua húmeda en su culo dispuesto. Apuesto a que sabes lo que viene... ¡No te pierdas la doble corrida caliente y jugosa!